24 junio 2005

¿eres sero+?

Eres Seropositiv@; tienes el virus del SIDA
Ésta o muy similar es la frase que han oído en nuestro país decenas de miles de personas desde que a mediados de los ochenta primero se reconociera el virus que provocaba el síndrome y segundo se elaborara una prueba para detectar los anticuerpos que el organismo genera para hacerle frente. Desde entonces, hace más de 15 años, poco ha cambiado la manera en que se anuncia la noticia. No han bastado la cantidad ingente de estudios ni las reiteradas recomendaciones de organismos oficiales internacionales para conseguir que en los centros públicos el resultado se acogiera en las mejores condiciones posibles. La fórmula es bien conocida: cuando una persona pide la prueba tendría que tener la oportunidad de recibir asesoramiento y apoyo, lo que conocemos por el término inglés counselling, en el momento de pedirla, durante la espera de los resultados y al recibirlos. Lo mismo si es un profesional el que toma la iniciativa de ofrecer la prueba ante la evidencia de los síntomas clínicos. Tener VIH en España tiene implicaciones para la salud diferentes a las de tiempo atrás. También existen más recursos, aunque todavía estemos a gran distancia de los estándares europeos más aceptables. Pero no por ello debemos suponer que la carga de ansiedad, miedo, incertidumbre y hasta desesperación pueda ser menor. Las reacciones ante la noticia pueden ser muy variables, pero el acceso a recursos que permitan manejar esos sentimientos es clave para la protección de quien se siente repentinamente muy vulnerable, en su salud y en su ser social. Nuestros centros de atención sanitaria siguen siendo muy deficitarios en ese aspecto. En el peor de los casos se limitan a dar un sobre, en el mejor a remitir a las ONG, como cuenta le sucedió a uno de nuestros entrevistados. Lo que se creó en parte para hacer frente a la incapacidad histórica del sistema de salud de tratar a las personas con VIH como seres humanos más allá de su inmediatez biológica se ha convertido en la coartada para el inmovilismo y la deprimente frialdad del «has dado positivo». Si no piensan en mejorar, cuando menos los responsables de las unidades de VIH en los hospitales tienen la obligación de solicitar activamente la complicidad y cooperación de los grupos comunitarios, y no verlos como una molesta injerencia. Es un verdadero desafío porque ni siquiera las personas recién diagnosticadas salen de sus primeras visitas con información suficiente y comprensible sobre su estado de salud, las ventajas de empezar o no tratamiento y las opciones sobre con qué fármacos empezar. No se explica qué son los CD4, ni la carga viral, ni el resto de la analítica, y con una indiferencia irritante hacia los deseos y posibilidades del/la paciente se le ordena qué hacer y qué antirretrovirales tomar. A lo más se oyen frases como «por ahora estás bien», «mejor empieza ya» o «esta combinación es la que te toca». ¿Cómo puede sorprender que haya entonces problemas de adhesión?
Grupos comunitarios, sociedades médicas y responsables públicos deberían emplazarse para darle un vuelco a la situación y hacer un esfuerzo por una oferta de atención integral a las personas con VIH. Desde el primer día.
salecionado de un numero de "lo mas +"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El que ha copiado este articulo es un tio mu listo.

trankilo- dijo...

gracias kaguyaaaaaaaaaaaaaa